lunes, 18 de julio de 2016

Poema Sin Título

Sin Título


No es fácil desvertirte
Sin decir tu nombre

Tu sola expresión puede invocar siglos
Y abrir continentes,
Desatar el horror de un vendaval
Inesperado,
Abrir los ojos en plena caída libre.

Nadie te menciona,
Aunque estén suspendidos
En tu presencia dictatorial.

Cómo no observar sin remordimientos
Ésta, la epidemia de la modernidad,
Sin sintomas, sin remedio.

Parece una mar de botes sin remos
Dentro de otros botes a la deriva
Dentro de otros botes,
Así
Hasta más allá de donde se dibuja el horizonte de realidad que puedo ver.

Quién soy yo para juzgar,
A bordo de mi propio bote,
Tan perdido y enfermo
Como todos los demás.

Que hice para tan maldito destino,
Testigo sin privilegios
Del caos
De la silueta de la incertidumbre,
De la tormenta dentro de otra tormenta
Que algún día comenzó.

Quién sabe si alguna vez se acabará,
Como quien busca el fin de los tiempos
En esta aparente expansión cósmica.

Tal vez, sólo tal vez
Se pueda decir tu nombre
Y despertar.

O quizás,
Un destino de ojos bordados
Sea el dulce sueño que antecede
A la locura,
El velo que nos permite navegar,
La inocencia que nos da alas
Para vivir
Otro día más.