martes, 26 de enero de 2010

La imagen desteñida de la Concertación después de 20 años



Mucho se ha hablado acerca del significado de un gobierno de derecha en Chile, después de más de medio siglo sin una elección democrática y con 17 años de dictadura militar entre medio, donde la derecha tuvo la oportunidad de crear una constitución a la medida, pro mercado, pro exclusión de las minorías políticas y ciudadanas, entre otros defectos.

Con la elección de Piñera como presidente, en las pasadas elecciones, la crítica a la y desde la Concertación ha abordado varios frentes, dentro de los cuales se encuentra la "legitimización del modelo" por parte de la Concertación. La pregunta es por qué, después de 20 años de gobierno, seguimos con el mismo modelo de desarrollo, por qué ha aumentado la brecha de ingresos entre el primer y último quintil, por qué la educación es una de las peores del mundo en cuanto a sus resultados internacionales. Pienso que la pregunta debería ser ¿por qué nos preguntamos esto?

¿Es en realidad la Concertación lo que creemos que es? El paradigma siempre ha sido que la Concertación está en contra del modelo económico heredado de la dictadura, que desea más regulación del mercado, más protección social (¿el tío permanente?). Pero la Concertación es una amalgama de distintos grupos e intereses políticos, es cierto ¿Es Bachelet y Lagos, entonces, la alternativa más progresista y de izquierda de la Concertación?

Se ha logrado mucho, quien lo niegue por favor no siga leyendo, pero dichos avances ¿Le entregan las herramientas a las personas para avanzar, para ser dueños de su propia vida?

La modificación de la normativa General de Urbanismo y Construcciones (noticia aquí), firmada por la ministra de Vivienda y Urbanismo, Patricia Poblete, y por Edmundo Pérez Yoma, indican que la Concertación ha decidido cuál es su prioridad en materia de desarrollo país: El crecimiento económico es prioritario por sobre la calidad de vida de una comunidad. Esta modificación permite que la Termoeléctrica de Campiche pueda funcionar, a pesar del fallo de la Corte Suprema en contra de su operación. Los vecinos, organizados, impulsaron una batalla judicial que finalmente ganaron, por conservar su ya contaminado medio ambiente en sus actuales condiciones. El gobierno decidió que el fallo del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) era una mala señal para los inversionistas y arregló su propio error pasando por sobre las personas. ¿Esto es lo que Bachelet llama progresismo?

El caso de las salmoneras es similar, en el sentido de que la Concertación repite en la zona costera lo que hoy critican algunos dentro de este bloque respecto al Código de Aguas. Al permitir que las salmoneras puedan hipotecar sus concesiones (renovables indefinidamente según la ley), lo que hace la Democracia Cristiana y Camilo Escalona es entregar Bienes Nacionales de Uso Público a los bancos, privatizando las zonas marinas de dichas concesiones (noticia aquí).

El paradigma que hemos estado sosteniendo los últimos 20 años debe mostrar su verdadera naturaleza, su origen de lucha política legítima en tiempos de crisis. Sin embargo, un nuevo movimiento debe surgir si realmente queremos un país para las personas, que crea en un desarrollo sustentable de verdad y que crea en la libertad de las personas como un bien invaluable. No dudo que dentro de la Concertación exista gente que pueda aportar, pero hoy día dicho bloque político no tiene un proyecto País y si interpretamos sus gobiernos pasados y actuales como reflejo de su proyecto, veo que no me representa en los fundamental, en la forma de ver a la sociedad y la labor de los políticos para con la gente. No hay imagen que no se destiña en 20 años ni prioridades que se sostengan tanto tiempo.

Quiero que el quintil más rico pague proporcionalmente los mismo impuestos que paga hoy el quintil más pobre.
Quiero decidir como quiero vivir mi vida, respetando al prójimo, y no que otra moral me sea impuesta.
Quiero una sociedad menos consumista.
Quiero menos farándula en la televisión y más contenido.
Quiero participar en cómo se desarrolla la ciudad: no quiero más autos y si más bicicletas y parques.
Quiero independencia para las regiones.
Quiero que los inversionistas extranjeros paguen un impuesto por explotar nuestros recursos naturales.
Quiero que termine la subcontratación explotadora que hoy existe.

Y tú ¿Qué quieres?


(imagen extraída de aquí)

No hay comentarios.: