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Hace meses que no me siento frente a esta hoja blanca virtual a escribir lo que salga. A divagar le digo a veces. Creo que es el mismo tiempo que he pasado sin hacerlo yo mismo. Tal vez un par de veces por ahí, pero sin "transmitirlo".
Siento como a veces se me pasa el tiempo en piloto automático, haciendo lo que debo hacer y cuando debo hacerlo. Demasiado formalismo quizás para mi. Siento nostalgia por romper el esquema un poco, por la improvisación de un día cualquiera. Da la sensación que eso solo puede ocurrir cuando se está de vacaciones y no cuando se trabaja.
Cualquier ruido humano se confunde con la mosca que pasa volando y me distrae. Me saca del centro donde me sustento como persona. No es que me pierda como tal entre la masa, pero de cierta forma me desarraiga de mi persona nativa, esa que entiende el por qué de lo que soy.
Estamos piloteando con las instrucciones de ese ser, pero no hay contacto con la torre de control. Es necesario tener ese punto de referencia. Da la sensación que la brújula tiene vida y le gusta gastar bromas pesadas a veces.
No sé como tener estos estados. Antes sentía que podía controlar mis viajes, mis escapadas, pero ahora siento que nada depende de mi mismo, como si fuera la situación, la emergencia la que domina mis pasos. Como todo un ser cortoplacista.
Bueno... así es la cosa dicen... las cosas suceden a medida que pasan decía mi viejo... esta es la pelusa al viento que llamamos vida... aún así, en "Horton" vi una pelusa con vida en su interior, con ganas de luchar... la moraleja de la historia era otra, pero el ejemplo vale en la medida que nos motive... a mi lo hace al menos...