martes, 23 de septiembre de 2008

pelusa al viento


Hace meses que no me siento frente a esta hoja blanca virtual a escribir lo que salga. A divagar le digo a veces. Creo que es el mismo tiempo que he pasado sin hacerlo yo mismo. Tal vez un par de veces por ahí, pero sin "transmitirlo".

Siento como a veces se me pasa el tiempo en piloto automático, haciendo lo que debo hacer y cuando debo hacerlo. Demasiado formalismo quizás para mi. Siento nostalgia por romper el esquema un poco, por la improvisación de un día cualquiera. Da la sensación que eso solo puede ocurrir cuando se está de vacaciones y no cuando se trabaja.

Cualquier ruido humano se confunde con la mosca que pasa volando y me distrae. Me saca del centro donde me sustento como persona. No es que me pierda como tal entre la masa, pero de cierta forma me desarraiga de mi persona nativa, esa que entiende el por qué de lo que soy.

Estamos piloteando con las instrucciones de ese ser, pero no hay contacto con la torre de control. Es necesario tener ese punto de referencia. Da la sensación que la brújula tiene vida y le gusta gastar bromas pesadas a veces.

No sé como tener estos estados. Antes sentía que podía controlar mis viajes, mis escapadas, pero ahora siento que nada depende de mi mismo, como si fuera la situación, la emergencia la que domina mis pasos. Como todo un ser cortoplacista.

Bueno... así es la cosa dicen... las cosas suceden a medida que pasan decía mi viejo... esta es la pelusa al viento que llamamos vida... aún así, en "Horton" vi una pelusa con vida en su interior, con ganas de luchar... la moraleja de la historia era otra, pero el ejemplo vale en la medida que nos motive... a mi lo hace al menos...

martes, 9 de septiembre de 2008

El Ángel de la Historia

El siguiente texto es extraído del artículo: El lugar sin límites de José
Donoso: una re-lectura desde la alegoría de Walter Benjamin
, de Nelson Rodríguez A.

Según Walter Benjamin, son dos las características que hacen posible la comprensión de la Historia desde la alegoría. Primero, la Historia se devela principalmente como lo pasado en el hombre. Lo sido adquiere relevancia al ser, ese paraje donde el hombre mira para poder redimir lo que ha vivido. La segunda característica consiste en mirar la historia que se encarna en un hombre, que se muestra como una calavera.


En la alegoría el hombre sólo es sujeto de la Historia cuando se ve enfrentado a su pasado. En el intento de redimirlo, lo devuelve a un estado de ruina. La cita de Walter Benjamin en su obra La dialéctica del suspenso. Fragmentos sobre la Historia es clarificadora:

"Y éste deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas sobre sus pies. Bien quisiera él detenerse y despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que siendo tan fuerte el ángel no puede cerrarlas. Este huracán lo empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo"(54).


Como complemento me gustaría recomendar el artículo: ¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás? Sobre el concepto de historia en Walter Benjamin, de Stefan Gandler. A continuación les dejo un extracto de este artículo:


"El materialismo histórico tenía con Karl Marx un pensador que superó en muchos aspectos lo heredado por el materialismo mecánico y el idealismo. Pero esta base teórica, en muchos sentidos única, no fue retomada por largo tiempo con la radicalidad necesaria con la que la fundó Marx. Benjamin recurre a la teología para poder superar una de las razones principales de por qué el proyecto de Marx, a lo largo del tiempo, perdió tanta fuerza explicativa y tanto impulso revolucionario: las
tendencias positivistas que existían de igual manera en la interpretación de los teóricos de corte socialdemócrata así como de corte estalinista.16 La profunda convicción de los religiosos de que lo visible no es el todo, y el poder existente actualmente no el único, es lo que, como tratamos de demostrar, retoma Benjamin de la tradición teológica, sin querer retomar el impulso que hace pequeña y fea a la teología: el de sacrificar justamente estos conocimientos para poder vivir con lo que Benjamin rechaza tanto: el conformismo."

lunes, 8 de septiembre de 2008

El Fotógrafo

Una pareja llevaba muchos años de matrimonio y no había logrado tener familia. Tras consultar varios doctores, sin éxito, fueron a ver a un especialista muy renombrado quien, tras muchos estudios, les dijo que la única solución era que buscaran un padre sustituto.

"¿Y qué es un padre sustituto?", pregunta la señora.

"Es un hombre seleccionado con mucho cuidado y que hace, por una única vez, las funciones del esposo para que la mujer quede embarazada".

La señora vacila un poco; pero su marido le dice al doctor que él no tiene ningún inconveniente con tal de ver realizada su ilusión de convertirse en padre. Pocos días después, se contrata a un joven y se hace una cita para que al siguiente domingo por la mañana, cuando se ausente el marido de la casa, vaya y visite a la señora para cumplir su tarea.

Sin embargo, sucedió que un fotógrafo de niños había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé. Por azar del destino, el hombre se equivocó de domicilio llegando al de la señora:

"Buenos días, señora, vengo por lo del niño".

"Mmm, sí, pase usted. ¿Gusta tomar algo?"

"No, muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes".

"Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación?"

"Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y otro en el jardín".

"¿Pues cuántos van a ser?", se alarmó la señora.

"Ordinariamente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende", dijo mientras sacaba del portafolios un álbum. "Me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a mis clientas, por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito: lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente: con nada le podía yo dar gusto y quedarle bien. Para colmo, esa vez tuve que suspender el trabajo porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo".

La señora, estupefacta, escuchaba todo esto mientras el fotógrafo continuaba:

"Ahora vea estos mellizos. En esa ocasión sí que me lucí, todo lo hice en menos de cinco minutos: llegué y ¡paf!, dos tomas y mire los gemelos que me salieron.

La señora estaba cada vez más asustada oyendo al fotógrafo que continuaba:

"Con este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa. Yo le dije: mire señora, usted volteé hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí. Ella se volteó, y así pude yo hacer mi trabajo".

A esta altura, la señora estaba a punto del desmayo. El fotógrafo guardando su álbum le dice:

"¿Quiere que comencemos ya, señora?"

"Cuando usted diga".

"Está bien, voy por mi trípode".

"¿Trípode?", dijo temblando la señora.

"Sí", comenta muy tranquilo el fotógrafo, "es que usted sabe, mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni con las dos manos puedo sostenerlo bien... ¿Señora?, ¿señora?... ¡Señoraaaaa!"