martes, 29 de noviembre de 2011
Suspiro geológico
Hoy tuve una especie de epifanía, aunque no fue nada alegre. En ese momento estaba sentado en un seminario sobre medio ambiente y su relación con la realidad productiva de mi país (Chile), escuchando sobre estudios en minería, energía, área forestal, explotación de turberas. También escuché sobre programas de conservación en Chile, Suiza y Nueva Zelanda. Una fauna de temas y países más relacionados de lo que muchos quieren admitir.
Quizás tengo 30 escasos años, pero desde los 25 que estoy leyendo, estudiando y trabajando en temas de cambio climático, conservación de cauces, caudales ecológicos, protección de humedales, entre otras cosas. Por otro lado, como hobby y con alguna pega por aquí y unas publicaciones científicas por allá, le he dado vueltas al tema humano e institucional una y otra vez hasta el cansancio.
Cuando veo estos temas, no puedo evitar hacer asociaciones con lo que he visto en el tema "Educación", donde también metí las manos como voluntario. También veo asociaciones con el tema de la ciudad, de la organización social, con la política. La lista es eterna. Todo está relacionado, tanto los problemas como las soluciones.
Parece como si mi cabeza solo ordenara las cosas en un gran esquema integrado. Agotador!
Hace poco leí La Sexta Extinción, donde se aborda el tema del ser humano en el contexto de la evolución de la vida y su interrelación con el medio ambiente. Un libro tremendamente esclarecedor para quienes intuyen o saben un poco sobre estos temas.
Está todo relacionado!
Hoy me di cuenta de que aspiro a demasiado. Pese a que siempre mantuve mis expectativas bajas, hoy entendí que lo que quiero hacer son ilusiones. Un bello espejismo que me puede matar de sed si continúo tras él.
Como toda reflexión existencialista, tratar de explicarlo también es parte del espejismo. Quizás, con los años y en sucesivos intentos, logre alguna vez articular lo que he visto hoy, pero por ahora solo me contento con decirlo. Aspiro a demasiado!
Posibles soluciones para salir del pantano intelectual son:
1. Dejar de soñar y seguir trabajando para escalar en posiciones y experiencia.
2. Renunciar a mi trabajo y dedicarme a la política.
3. Renunciar a mi trabajo, buscar un buen PhD en economía y sociedad para dedicarme a la academia.
4. Renunciar a mi trabajo y dedicarme a la cocina.
5. Todas las anteriores en un orden que deje la cocina al final.
6. En todas las anteriores se incluye un pack de reducidas horas extras en el trabajo, harto cariño con mi mujer y con los hijos que vendrán en su momento.
La idea de infiltrarme en el sistema para cambiarlo desde dentro no funcionará. La inercia del sistema es asquerosamente gigante. Además, se requieren habilidades humanas que no poseo (lo que le quita puntos a la opción 2).
Hoy me estoy entrenando en entender las emociones de las personas, en internalizarlas. Pero es difícil cuando no se tiene o cuando se perdió a tan temprana edad como me pasó a mí.
En mi fuero interno sé que racionalizar la vida no tiene sentido, sé que no hay solución posible por ese lado. Sin embargo, por esa vía las soluciones son tan evidentes! El mayor desafío es llevarlo a cabo sistemática y fríamente. Sin apuros, sin recetas mágicas, sin ideologías intocables, cuestionándolo todo, relativizando según el contexto.
Ojo que los Derechos Humanos son lo único no relativizable. Es como el punto de apoyo con el que Arquímedes prometió levantar el mundo. Sin un punto de referencia no hay movimiento posible del estado actual de las cosas. Ni eso tenemos hoy, pese a tanta ONU y otras vainas.
Hay tanto temor en las personas de dejar que el tiempo haga su trabajo. La mayoría quiere las cosas para ayer. También hay temor en dejar de controlar, lo cual puedo constatar personalmente. En mi visión, la descentralización que quiero no es anárquica, es regulada. El supuesto básico que no se cumple para la anarquía total, y que jamás se cumplirá, es que TODAS las personas son conscientes de su propia persona, de su rol, son sujetos de derecho y se hacen cargo de él y del de los demás.
La heterogeneidad de especie humana, la misma que le permite sobrevivir en casi cualquier ambiente, es también la culpable de que nos estemos destruyendo. Inevitablemente, a escala geológica, no seremos más que un suspiro en la historia de la Tierra. A escala universal, jamás existimos siquiera (figuradamente).
Entonces, la única relevancia de lo que somos o hacemos reside en cada uno de nosotros. Así, la lucha de ser mejor, de ser feliz por las razones correctas, cobra algo de sentido.
Si eres una mierda de persona, te cagaras tú mismo, cagarás a los que te rodean, cagarás a unas cuantas generaciones. Pero al final, lo que sea que hagas es irrelevante para la esencia de la vida, es irrelevante en casi todos los sentidos.
Todo lo que hagas será para ti mismo. Las consecuencias te pueden dar lo mismo sin estar tan alejado de la realidad material.
El tema se vuelve complejo cuando nos vemos como algo más que carne y hueso. Entonces los actos cobran sentido de trascendencia. Aún no entiendo qué tiene esto que ver con la moral y el progreso económico, pero se relaciona con algo surgido de nuestra evolución. Es una especie de mecanismo de supervivencia que, con nuestra capacidad mental, nos lleva a la mierda de sociedad que tenemos hoy.
Pero como decía, esa trascendencia más allá de la carne, según sea tu partido político o religioso, es el que te dirá con qué cosas sentirte culpable y con cuales satisfecho. Dependiendo del ambiente en el que te desarrollaste, tendrás una moral cristiana, protestante, budista, etc.
Dependiendo de ese ambiente y de aspectos personales, decidirás si quemar a los que piensen diferente o abrazarlos.
En síntesis, nuevamente una alta heterogeneidad inherente a nuestra especie.
Personalmente, creo en la vida después de la muerte, aunque soy agnóstico. No la puedo ni quiero explicar, pero estoy tranquilo, pues creo que el inclinarme por amar en vez de odiar, por entregar en vez de codiciar, etc... todo eso me hace más feliz... y al final, eso es lo que cuenta, da lo mismo si con eso cambio el mundo o no, porque, como dije, no somos más que un suspiro en la escala geológica de este planeta.
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2 comentarios:
Gran razonamiento amigo, pero así como planteas tus interrogantes existencialistas, agnosticas, te pregunto:
Si no actuamos de forma individual tratando de hacer algo o al menos sentando bases ¿lograremos cambios?
¿a caso una persona no hace la diferencia? y si crees en la vida despues de la muerte ¿Donde estaras? en otro plano seguramente pero que espacio ocuparas, solo tenemos una tierra y si no hacemos o renunciamos a dejar huella en la misma ¿que pasara con los que nos preceden?, por eso digo buen plantemiento pero creo que hay que ser mar positivo ¿no te parece?
Lo de ser más positivo lo acepto... esa es la mejor forma de vivir feliz.
Yo creo que uno puede hacer la diferencia en su entorno, comunidad, país o planeta, pero en definitiva ni Gandhi, Mandela u otros grandes pueden hacer que dejemos de consumir nuestro planeta como lo estamos haciendo. Simplemente tengo la convicción que todo debe hacer crack para que nos demos cuenta de lo que hemos perdido... nuestro hogar... y esto por que la inercia es muy grande...
A dónde iré después de mi muerte? No lo sé... a otro cuerpo supongo... seguiré evolucionando... eso espero... La tierra seguirá aquí... nosotros los humanos, simplemente tenemos los días contados... hasta entonces, espero seguir viviendo y creciendo...
Saludos
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