“Quizás nunca antes en la historia existió un mar abierto semejante” (fuente). Dicho hace más de 100 años, me parece completamente actual, sin embargo, no acabo de decidirme si considerarlo como una visión de la sociedad en su conjunto o simplemente como una aseveración que cae como anillo al dedo a cualquiera que se llame a sí mismo, un ser pensante.
Cuestionamiento. Es una palabra que representa muchas cosas, pero la que me interesa es la que subyace a la duda… “… mar abierto semejante”. Curiosidad. Otra palabra que me cosquillea en el borde de esta idea. Temor. Naturaleza humana ante la incertidumbre.
Un escritor, frente a una hoja en blanco ¿qué siente? “… mar abierto semejante”. Posibilidades, ideas que giran, toda una paleta de palabras que combinadas, con cierto talento, pueden verter lo que sea que estés pensando.
Ideas que giran, si realmente puedo atraparlas, ¿de dónde vienen? “… mar abierto semejante”.
“…se atacaba la presunción de que la razón positiva fuese el único medio para salir de la ignorancia…” (fuente) Una batalla épica en el mar abierto de posibilidades, emociones contra racionalidad, cañones disparan autores y estadísticas. De vuelta se disparan anhelos y sufrimientos. Así como una batalla relativista, nada choca, todo fluye en su propio espacio por la curvatura de esa gravedad que le conferimos a la propia munición.
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