No siendo católico ni cristiano, no puedo negar que fui educado dentro de esa cultura. Al escuchar como Felipe Berríos se refiere a la iglesia, no puedo sino estar de acuerdo. Y aunque describe a la perfección el caso chileno, la verdad es que pasa lo mismo, con mayor o menor intensidad, en todos los países latinoamericanos. Una jerarquía de la iglesia que busca sostener el statu quo en vez de movilizarse en favor de los más pobres, denunciando la desigualdad, combatiendo el odio. Una jerarquía desconectada de los sacerdotes de "terreno" y contaminada por la cultura del consumo.
Y el problema no termina ahí, porque la crítica es extensible a los grupos de poder de cada país. Al criticar su ignorancia y su empeño por el consumo como único fin, le hinca el diente al problema más difícil de solucionar, salvo si confiamos en los jóvenes, como él señala. Solo el tiempo dirá.
Un gran tipo este sacerdote.
Tweet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario