domingo, 30 de septiembre de 2007

La otredad

Ayer fue un día totalmente primaveral, de temperatura agradable y el aire lleno de aromas. Salir al parque Juan XXIII fue el panorama, así que armados sólo con un libro de Benedetti fuimos a recostarnos en el pasto y conversar. El libro vino después y las ideas comunes y aquella intución de nosotros, de nuestra mutua aceptación, sin condiciones, sin peros. En este poema, don Mario da en el hueso. Siempre están los demás tratando de que uno cambie, que no sea quien es, que sea otro. Si usted es recibido con hilachas y remendos, con luces y oscuridades, con lo que conoce y lo que no, es decir, con todo lo que es usted, entonces ha encontrado a ese alguien especial. No sea bobo(a)... no la(o) deje ir. Por mi parte, ya le achunté.


Otherness


Siempre me aconsejaron que escribiera distinto
que no sintiera emoción sino pathos
que mi cristal no fuera transparente
sino prolijamente esmerilado
y sobre todo que si hablaba del mar
no nombrara la sal

siempre me aconsejaron quer fuera otro
y hasta me sugirieron que tenía
notorias cualidades para serlo
por eso mi futuro estaba en la otredad

el único problema ha sido siempre
mi tosudez congénita
neciamente no quería ser otro
por lo tanto continué siendo el mismo

otrosí digo / me enseñaron
después que la verdad
era más bien tediosa
el amor / cursi y combustible
la decencia / bastarda y obsoleta

siempre me instaron a que fuera otro
pero mi terquedad es infinita

creo además que si algún día
me propusiera ser asiduamente otro
se notaría tanto la impostura
que podría morir de falso crup
o falsa alarma u otra falsías

es posible así mismo que esos buenos propósitos
sean sólo larvadas formas del desamor
ya que exigir a otro que sea otro
en verdad es negarle su otredad más genuina
como es la ilusión de sentirse uno mismo

siempre me aconsejaron que escribiera distinto
pero he decidido desalentar / humilde
y cautelosamente a mis mentores

en consecuencia seguiré escribiendo
igual a mí o sea
de un modo obvio irónico terrestre
rutinario tristón desangelado
(por otros adjetivos se ruega consultar
críticas de los últimos treinta años)
y eso tal vez ocurra porque no sé ser otro
que ese otro que soy para los otros

Mario Benedetti
"Las Soledades de Babel"

3 comentarios:

isaias dijo...

Ah... el viejo Benedetti... gracias a este notable señor me gusta hoy en día la poesía...

abrazos allende los mares,
isaías

MeRiAdOx dijo...

Gracias a él sigo enamorándome... de la poesía, de la vida, de todo!...

Un abrazo!

Anónimo dijo...

oh amo benedetti,la primera vez que lei de el fue por un libro que me regalo un ex novio... me dio mucha pena porque eran "las soledads de babel" bueno gracias a eso hoy me gusta mucho y se los enseño a mi pequeño!