Aldous Huxley: Cristianismo sin Lágrimas

Acabo de terminar un libro excelente y quiero compartir un extracto de él. El libro se llama "Un Mundo Feliz" y el autor es Aldous Huxley. La edición que tengo es de la editorial Porrúa, S. A. (1994), la que incluye un prólogo extenso y super denso de Theodor W. Adorno que es mejor dejar para el final y, además, incluye un "libro" llamado "Retorno a Un Mundo Feliz", del mismo Huxley, escrito muchos años después del libro original, que fue escrito en 1931, antes de la segunda guerra.

De wiki (link superior): "Parece tener simbolismos filosóficos muy claros entre la lucha entre la verdad, y la ficción en la que cada uno puede vivir, o se supone que vivimos la mayoría de todos nosotros. Es claro el paralelismo con el mito de la caverna de Platón. En la que la gente está feliz, aunque esclavos sin libertad en la prisión de su propia mente."

Para quienes no sepan y no quieran leer el resumen en wiki que dejé en el link más arriba, el libro trata de un futuro en el cual se ha organizado la sociedad en un sistema de castas, donde los alfas y betas dominan los trabajos más importantes y especializados, mientras que gamas, deltas y épsilons son condicionados para trabajos más simples o duros. Los nacimientos son en probetas, controlando los estímulos. De esta forma, hacen que las castas inferiores sean subhumanos, estúpidos y condicionados durante el sueño a soportar sus trabajos. Cada casta vive en la burbuja que su concepción le da por destino. No hay problemas, todos viven "felices", sin guerras, sin cambios, todo muy estable, todo muy controlado. Es un mundo donde la libertad individual se eliminó en favor de la sociedad, del conjunto. Un individuo no vale nada y es reemplazable dentro de la comunidad, pues esta es lo más importante.

Sin embargo, el libro plantea ciertas ideas que no puedo dejar pasar... resulta contradictorio y eso lo convierte en un placer infinito leerlo... provoca el cuestionamiento. A continuación el extracto, que refleja un poco esta polaridad de ideas dentro del mismo libro... (parece que el autor era anarquista!)

"- Pero castidad significa pasión, castidad significa neurastenia. Y pasión y neurastenia significan inestabilidad. E inestabilidad significa el fin de la civilización. No puede haber una civilización duradera sin abundancia de agradables vicios.

- Pero Dios es la razón de ser de todo lo noble y hermoso y heroico. ¡Si tuviesen un Dios...!

- Mi joven y querido amigo - dijo Mustafá Mond -, la civilización no tiene en absoluto necesidad de nobleza ni de heroísmo. Ambas cosas son síntomas de ineficacia política. En una sociedad bien organizada como la nuestra, nadie tendrá ocasión de ser noble ni heroico. Es preciso que las circunstancias se hagan fundamentalmente inestables para que tal ocasión pueda surgir. Donde hay guerras, donde hay juramentos de fidelidad, donde hay tentaciones que resistir, donde hay objetos de amor porqué luchar, o qué defender, allí, naturalmente, nobleza y heroísmo tienen una explicación. Pero hoy ya no hay guerras. Se tiene el mayor cuidado de preservarse de amar a nadie demasiado. No hay juramentos de fidelidad; está uno acondicionado de tal suerte que no puede dejar de hacer lo que tiene que hacer. Y lo que tiene que hacer es, en conjunto, tan agradable, tantos impulsos naturales se dejan manifestar libremente, que no hay en realidad tentaciones que resistir. Y si, por una desgraciada casualidad, le pasa a uno algo desagradable, siempre queda el soma que le permite evadirse de la realidad. Siempre queda el soma para calmar su cólera, para reconciliarle a uno con sus enemigos, para volverle paciente y sufrido. Antaño, sólo podían lograrse estas cosas realizando un gran esfuerzo y tras años y años de disciplina moral. Ahora se traga uno dos o tres tabletas de medio gramo y se acabó. Todos pueden ser buenos ahora. Pueden llevar consigo, en un frasquito, la mitad cuando menos de su moralidad. Cristianismo sin lágrimas, tal es el soma."





Finalmente, una idea pa`l bronce del autor:



"... un momento tan importante como la muerte nunca debía ser afrontado bajo el estupor proporcionado por los sedantes, sino bajo la claridad de los psicodélicos".