El mundo está cambiando, eso ni que explicarlo. Todos nos hemos dado cuenta que de una u otra forma las cosas se mueven y rápido. La televisión es muy distinta a como era hace 10 años, aunque la TV de hace 10 años no era tan distinta como la 20 años atrás. Apareció Internet como un fenómeno tecnológico, pero hoy es un fenómeno social que cada día crece más y más rápido. La última creación de este universo fue facebook.
En el ámbito económico social, aunque existen retrocesos, los avances han sido notables desde el punto de vista de los acuerdos internacionales. El viernes escuché en un curso que, gracias a los tratados de libre comercio suscritos por Chile, éste se vio obligado a facilitar el ingreso de la fuerza laboral temporera al sistema de AFP y así permitirles aspirar a una jubilación (lo decente de ésta es otra historia). Estas personas trabajan en la temporada de cosechas del sector exportador y productor nacional agrícola, pero sus condiciones laborales han sido históricamente un far west. Hoy en día dichas condiciones aún persisten en varias partes, como si fuese cultural, como si se negara el perjuicio que ello significa para esas personas y para el país. Pero igual nuestra imagen está cambiando y algo se ha mejorado.
Hay iniciativas privadas que buscan cambiar la cara del empresario chupa sangre, patrón de fundo, conquistador español en tierra indígena. Vean este sitio dedicado al tema de la Responsabilidad Social Corporativa. Es un buen paso, pero aún estamos lejos, como a destiempo quizás. Uno se pregunta qué más pueden hacer las empresas o empresarios, o si es realmente su rol hacer "algo" por cambiar la situación de desigualdad. No, la verdad es que no me lo pregunto porque para mi la respuesta es obvia, solo estaba tratando de empatizar.
En el ámbito económico social, aunque existen retrocesos, los avances han sido notables desde el punto de vista de los acuerdos internacionales. El viernes escuché en un curso que, gracias a los tratados de libre comercio suscritos por Chile, éste se vio obligado a facilitar el ingreso de la fuerza laboral temporera al sistema de AFP y así permitirles aspirar a una jubilación (lo decente de ésta es otra historia). Estas personas trabajan en la temporada de cosechas del sector exportador y productor nacional agrícola, pero sus condiciones laborales han sido históricamente un far west. Hoy en día dichas condiciones aún persisten en varias partes, como si fuese cultural, como si se negara el perjuicio que ello significa para esas personas y para el país. Pero igual nuestra imagen está cambiando y algo se ha mejorado.
Hay iniciativas privadas que buscan cambiar la cara del empresario chupa sangre, patrón de fundo, conquistador español en tierra indígena. Vean este sitio dedicado al tema de la Responsabilidad Social Corporativa. Es un buen paso, pero aún estamos lejos, como a destiempo quizás. Uno se pregunta qué más pueden hacer las empresas o empresarios, o si es realmente su rol hacer "algo" por cambiar la situación de desigualdad. No, la verdad es que no me lo pregunto porque para mi la respuesta es obvia, solo estaba tratando de empatizar.
Estamos en una crisis mundial creada por una falta de ética que da asco, provocada por quienes manejan el curso de nuestros destinos: economistas, empresarios, inversionistas, y un corto etc. Si, son pocos pero sus hilos son largos. ¿Por qué despiden personas que nada tienen que ver con la crisis? ¿Por qué no bajar las expectativas de crecimiento en el directorio de la empresa?, ¿por qué no congelar la repartición de utilidades por cada acción?, ¿por qué no? si no necesitan ese dinero para sobrevivir. Hoy un gerente está obligado a despedir personas porque si tiene "pérdidas" lo despiden. Al contrario, se da el ciclo del imbécil:
- Debido a una crisis de expectativas del mercado, un gerente despide mil trabajadores y otro igual y así sigue (política de "maximizar utilidades"... jajaja).
- Se produce alta cesantía, inseguridad, baja la demanda, el mercado se deprime.
- Empresa baja sus utilidades y los inversionistas se deprimen, por lo tanto, bajan las expectativas y las acciones de las empresas.
- Un directorio despide a un gerente y otro igual y así, para subir la moral, para tomar acciones. En el intertanto, los gobiernos usan el dinero de los impuestos para potenciar ayudar a las empresas con millones y dar trabajos de emergencia con sueldos miserables.
- Los inversionistas se animan y las acciones suben.
- El empresario se anima por las bajas tasas y se endeuda, crece.
- Se contratan gerentes, trabajadores y así el mercado anda nuevamente.
Como ven, la economía es una gran ciencia, muy rigurosa. Se estudian 6 años de carrera más 2 de magíster más 4 de doctorado para ser economista y entender lo anterior.
Desde mi punto de vista, es una cuestión de decisiones. ¿Puede una empresa reducir sus espectativas de utilidades sin provocar la depresión de esos pobres inversionistas? Quizás eso permitiría mantener la fuerza laboral sin despidos. ¿Podrán los sindicatos y asociaciones dejar de lado la desconfianza y permitir mayor flexibilidad laboral? Eso permitiría realizar reducciones de sueldo en porcentajes limitados y controlados, para ayudar al ahorro de la empresa. ¿Podrán los directores, gerentes y demás profesionales reducir sus expectativas de ingreso? Eso permitiría congelar la entrega de bonos y otros "incentivos" económicos.
Claro, si todo eso se pudiera hacer no existiría la crisis dirían algunos. Pues no, porque siempre habrán inescrupulosos, siempre habrá codicia o afán triunfador. A veces no es ganar dinero, es ganar reputación, ser más que los demás (más seco, capo, pulento, etc.). Por eso el cambio parte por casa, es cuestión de entes individuales. Así es señor, está en usted, en sus manos realizar el cambio, no mire para el lado.
Y si no se le ocurre qué hacer o por dónde partir, si piensa que lo anterior es demasiado radical, pues bien, aquí hay muchas ideas, solo escoja una.
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