sábado, 14 de noviembre de 2009
Crece y es peor
Cada día que sales a la calle, hay nuevos autos circulando. El parque automotriz crece día a día sin que las políticas públicas se preocupen por ellos. De hecho, en Chile se fomenta el uso del automóvil, pues cada día tenemos más grandes y modernas autopistas, sumado a un transporte público que debe competir con los autos por el uso de las calles. Incluso un ciudadano responsable que piense en el transporte público pudiendo tener auto, después de unos años y varios inviernos pensará... "si estoy en un taco, no sería mejor hacerlo calentito en mi auto, con buena música y cómodamente sentado?"...
Es cierto que hoy el transporte público es mejor, pero éste sigue siendo para los pobres, como dijo el encargado del Ministerio de Obras Públicas hace un tiempo.
Lo gracioso es que esta realidad está produciendo interesantes consecuencias sobre la distribución de autopistas, ya que la mayoría se están construyendo en los barrios más pudientes, generando aislamiento de las comunidades y la obstaculización del peaton en esas comunas.
En 20 años tendrán tantas rutas "expeditas" que solo podrán moverse en automóvil, mientras que el centro y los barrios más pobres tendrán mejor transporte público, más peatones. Si lo hacemos bien desde ahora en la planificación de la ciudad, en 20 años será mejor la calidad de vida en comunas del centro y más pobres del sur y poniente. Lo importante es conservar la conectividad pública a través del metro y de los microbuses.
No será posible detener el crecimiento de las autopistas, pero mientras se queden allá donde el auto es más importante, no habrá problemas. Además, cuando alguien cambia de estrato social por educación o negocio, casi siempre se cambia de barrio, lo cual se lleva el problema de auto hacia allá "arriba".
"Se busca evitar el colapso de las grandes ciudades" muestra cómo existe una visión que está cambiando en el mundo, sin embargo, en Chile se propone restringir la llegada de nuevos habitantes a Santiago, lo cual encarecerá la vida a través del costo en el uso de suelos. ¿Qué pasar con esos miles de estudiantes que vienen a Santiago a estudiar año a año? Será más caro aún salir del subdesarrollo de regiones.
Según creo, lo mejor es potenciar el desarrollo de las regiones, desde su industria hasta sus centros educacionales. Un refuerzo positivo de regiones es la mejor solución, pues negativizar la llegada a Santiago solo encarecerá los costos de unos pocos y no mejorará la vida de nadie. ¿No sería mejor si la gente tuviera opciones de irse de Santiago y poder hacer familia en regiones, donde hoy aún se puede ir a almorzar a la casa con la familia?
Hoy el problema es que no hay trabajo suficiente en regiones y el desarrollo cultural y de entretenciones es bajísimo. Mientras esto no cambie, es difícil revertir el crecimiento desmedido de Santiago de forma sustentable y adecuada.
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