sábado, 24 de septiembre de 2011

Un Jack y un Gitanes



¿Qué harías o desearías si no tuvieras absolutamente nada que perder, nadie que lo sepa salvo tú, sin ninguna consecuencia?

Depende de si es hombre o mujer, tiendo a creer que la respuesta sería diferente. Ellas son más sensibles y ellos más concretos. ¡Pero y si doy vuelta esas definiciones? Parto por mi idea preconcebida y después lo doy vuelta. A ver qué resulta.

Ellas dirían que tener una familia hermosa, tener nana 24/7, tener unos hijos maravillosos y una pareja comprometida (en chileno tiene más intensión: apañadora, es decir, Darle fianza o prestarle ropa a una persona cuando se ve en problemas).

Ellos dirían que tener todo aquellos que les permita hacer que más les guste, si es arreglar cosas, entonces un taller gigante y equipado; si es leer, una biblioteca gigante e ilimitada; si son las minas, una diferente todos los días y cada vez más rica o a piacere.

Bajo mi visión anterior, cada género puede ser dibujado por arquetipos bastante conocidos. Se me ocurren varias Romantic Comedies.

Ahora veamos como quedan los mismos arquetipos, pero al revés. Pero por partes, primeros como serían ambos concretos.

Si eres mujer, imagino que ser dueña de Chanel, poder comer todo lo que quieras sin engordar, darle un beso a una mujer, que nunca baje tu lívido.

Si eres hombre, imagino que tal vez te gustaría pilotar un caza de última generación, hacer un trío, ser inmensamente millonario, manejar un porche a 220 km/hr con una cerveza en la mano o simplemente usar falda.

Ahora veamos como quedan ambos sensibles:

Ella pensaría en flores y un vestido que le hiciera ver hermosa, tener un amigo seguro de sí mismo y sin gran cosa que ostentar, que la haga reír y con el que se da cuenta que la cosa va en serio.

El pensaría en vivir a la orilla del mar y tener un perro amigo e inteligente, estar viviendo con una mujer inteligente, independiente, amorosa y que lo calienta como nadie.

Hasta ahora no sé que estoy haciendo. Al principio pensé que una pregunta era el límite hasta donde la conciencia alcanza a imaginar. Si pudiésemos ver que hay más preguntas que respuestas tal vez comenzaríamos a ver la vida con más humildad.
Después pensé que como estos hay miles de arquetipos más, tirados sobre la mesa. Y no alcanzan a ser ni la sombra de la diversidad humana que ahí afuera nos espera. Y cuesta tanto verlo. Incluso lo tenemos al lado y no lo podemos ver. Somos los ciegos de Saramago.

Y qué pasaría si mañana un Dios te dijera que te da el poder de hacer en el mundo lo que quieras para poder hacerlo funcionar a tu gusto. ¿Qué desearías? Cómo lo arreglarías, con la situación presente como partida y sin chasquidos de dedos que alteren las cosas. ¿Cómo lo harías?

Tomaría años si eres paciente o mucha sangre si eres impaciente. Dime, ¿cómo lo harías?

Tal vez llamarías a jornadas de reflexión regulares, tratarías de convencerlos uno a uno. O tal vez harías una reforma al sistema financiero mundial.

Mi problema surge en cómo evitar la guerra. Quizás es parte de nuestra naturaleza. Tendría que aceptarla y ponerle límites. Volver al coliseo romano y enfrentar a los escogidos. Daño limitado y compromiso absoluto de parte de los involucrados.

Pienso puras tonteras a veces.


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