sábado, 9 de junio de 2007

Por qué estamos como estamos: El Problema del Materialismo Histórico


La visión materialista de la historia me convenció la semana pasada, cuando logré leer algo al respecto, pero ahora he tenido tiempo de masticarla y, aunque me parece una forma bastante práctica de registrar los "hechos" históricos, veo un vicio en dicha mirada.

Del libro "La Ideología Alemana" extraigo el siguiente texto: "... para vivir hace falta, ante todo comida, bebida, vivienda, ropa y alguna cosa más. El primer hecho histórico es, por consiguiente, la producción de los medios indispensables para la satisfacción de las necesidades..."

Los fundamentos de esta afirmación me convencen en parte y dicen relación con la mirada de los jóvenes filósofos hegelianos, quienes afirman que los productos de la conciencia humana son las "verdaderas ataduras del hombre" y postulan interpretar lo existente de otra forma, sirviéndose de la palabra (dialéctica) para combatir las ideas o ataduras mentales que fueron formuladas con la misma palabra. La crítica de esto es que se dan vueltas en lo mismo sin combatir el mundo real existente que el hombre enfrenta día a día para vivir.

Según el materialismo, es el modo de producir, es decir, la actividad del hombre para proporcionarse los medios de subsistencia los que fijan un modo determinado de vida. Qué producen y cómo lo hacen delimitan el modo de vida de una sociedad. La historia es, por lo tanto, producto de cómo el hombre produce, pues esto crearía las relaciones sociales en las que nos desenvolvemos. Nuestro presente es resultado de nuestro pasado productivo.

Toda esta fundamentación del materialismo me convence porque es sumamente práctica, pero me falla en un aspecto de mi personalidad... mi tendencia a culpar a la mente por "mis ataduras".

Yo no puedo negar que soy producto de mi entorno y, por lo tanto, el materialismo tendría razón. Pero lo anterior es cierto sólo en parte, porque hay otro 50% que es intrínseco a mi y yo, como modo de vida, he elegido que este otro 50% responsable de mi formación también lo sea de mi modo de vida futuro, pero como factor dominante y no compartiendo protagonismo con mi entorno. Es decir, que mis decisiones ya no de sustento, sino de vida (lo tocante a la moral, política y religión) sean resultado de mi mente-corazón. Deseo ser el responsable directo de mi persona y actos y no culpar al medio en que me desenvuelvo. A eso me refiero con modo de vida. Que lo material sea tan sólo el escenario de mi existencia.

Mi visión particular coincide con la materialista en que la historia parte del hombre de carne y hueso que actúa desde su proceso de vida real, pero para el autor del libro mencionado anteriormente todo parece ser blanco o negro, pues agrega que "es la vida la que determina la conciencia y no la conciencia la que determina la vida". Esto no lo comparto.

Creo que la historia debe jugársela por la sinergia entre realidad y conciencia, no ser sólo material o sólo ideal. Desde mi punto de vista, esta pugna entre ambos enfoques es infantil y no hace más que polarizar y segregar en vez de aunar y sumar. ¿Cómo hacer esto? No me pidan tanto aún. Denme unos 10 años más de vida para intentar una respuesta, pero coincidan conmigo en que existe dicha sinergia.

Pero he aquí el vicio del que hablo y que despierta en mi esta crítica al materialismo. En el libro que les mencioné se afirma que "... no se puede liberar a los hombres mientras no puedan asegurarse plenamente comida, bebida, vivienda y ropa de adecuada calidad y en suficiente cantidad. La "liberación" es un acto histórico y no mental...".

El ser humano, mentalmente, es corto placista. Será porque hace unos pocos miles de años que nos bajamos de los árboles, donde la sobrevivencia estaba dada por procurar el alimento diario... no lo sé, pero ese egoísmo que se ha denunciado en el hombre es solo consecuencia de este hecho, pues no sólo es un corto plazo temporal, sino también espacial, y aquí ya debo usar un lenguaje poético para servirme de la palabra y expresar mis ideas.

Digo espacial y me acuerdo de la película "La Playa", donde el dolor del prójimo es ocultado de la vista, alejado para no ser oído, para ser olvidado.

De esta forma, las sociedades han "progresado" sobre los hombros de los oprimidos, citando a Walter Benjamin. La visión materialista de la historia nos pone en riesgo porque sustenta la ambición de progreso como el motor de nuestra existencia y deja de lado nuestro corto placismo, por el cual hemos enfrentado guerras y masacres que nos han procurado un supuesto progreso, pero rápidamente olvidamos las consecuencias, los dolores, las injusticias que someten a un hombre cualquiera. El progreso tiene un costo que damos por sentado y que decimos asumir, pues es la única forma de producir más y mejor, de hacer historia, de ser libres mediante la producción de los bienes necesarios para subsistir, para satisfacer nuestras necesidades siempre crecientes y así liberarnos.

Entonces, el sueño de una sociedad, una humanidad libre se centra en el progreso como meta y no en el espíritu, como debiera ser el verdadero fin de nuestra existencia. Es algo así como una mirada totalizadora de la humanidad en contra de una historia del progreso espiritual e individual.

No conozco la visión de la historia que impera hoy en día, pero a partir de estos textos no me extrañaría nada que fuese materialista (y positivista!). Esta idea es la que le da el nombre al post: Por qué estamos como estamos...". Creo que el cambio que nos permitirá salvarnos como especie viene por este lado... encontrar la verdadera esencia y propósito de la sociedad, porque el progreso como el que conocemos no es el camino... bajo ninguna circunstancia!!

4 comentarios:

Chile Liberal dijo...

Hola

Yo creo que tenemos una noción del progreso, pero aún no lo conocemos cabalmente. De ahí que encuentro interesante tu reflexión: el progreso como el que conocemos no es el camino.

Progreso no significa destruir nuestro planeta para contar con más medios de producción, sino que progreso es el deseo intrínseco de mejorar nuestra propia condición.

Esta parte no te la entendí:
una humanidad libre se centra en el progreso como meta y no en es espíritu.

MeRiAdOx dijo...

Es que me equivoqué... debería decir, "no en EL espíritu"... pero ya lo corregí...

Sobre tu comentario... ese deseo de mejorar nuestra propia condición supongo que te refieres a la persona, como individuo... pero aun así es muy amplia tu idea... fíjate que "mejorar las condiciones" (materiales) es la base del progreso actual... en Chile el "progreso" económico es una meta en si misma... a eso me refiero con que se centra en el progreso...

Mi propuesta se basa en mirarnos nuevamente y plantearnos qué estamos haciendo para mejorar... para ser mejores personas, una sociedad más justa, más fraterna y menos dividida. Date cuenta que en Chile se plantea el "crecimiento económico" como medio para hacer de esta una sociedad más equitativa, más justa... te parece que el medio para lograr el objetivo es el adecuado??... yo planteo pensar en esto... hoy lo damos por hecho y todo individuo que llega a ocupar puestos de poder cree en este supuesto medio para mejorar... yo creo que no es tan así...

El futuro de la humanidad se basa en que se logre una revolución espiritual... no económica... la justicia no se medirá en la bolsa, sino en cada hogar...

Saludos!

Chile Liberal dijo...

Te quiero dar un ejemplo. En Chile vivimos la "fiebre del loco". ¿Qué quedó? Nada. Sólo unos pocos se enriquecieron a costillas de unos muchos. Antes vivimos la fiebre del salitre. Y así muchas otras.

Hoy, en la zona de Pto Montt se vive la fiebre del salmón. La pisicultura genera empleos donde antes no los había. Han llegado muchos capitales noruegos, empresas que están conscientes del impacto ambiental y de la responsabilidad social de los hombres de negocios.

Los empresarios chilenos parecen menos preocupados de la importancia de pagar un sueldo justo y de contribuir al mejoramiento social mediante la inversión económica. ¿No te parece que la "mentalidad noruega" es el mejor camino al progreso?

Yo espero que estas inversiones generen ingresos dignos, trabajo, y que la gente eduque a sus hijos, lo que sin duda produce satisfacción sicológica.

Me parece que muchos tienen un concepto erróneo de la importancia del crecimiento económico. Creen que se trata de crecer a cómo dé lugar, explotando, matando, destruyendo.

El verdadero crecimiento, por lo mismo, se logra si abrimos nuestra economía y dejamos que vengan capitales extranjeros, y si nos preocupamos más en lo que nosotros ganamos, es decir, en los empleos y mejora en la calidad de vida de Puerto Montt, y no en las ganacias de los noruegos, que desde luego serán muchas.

La nueva dignidad y la dedicación al trabajo que promueven estas empresas son la clave del crecimiento y del progreso. Piensa ahora en el tarado de Escalona que quería subir impuestos a las salmoneras, ¿para qué? Para incitar al estatismo y las repartijas de dinero, para que ellos se financien sus campañas políticas a costillas de otros?

MeRiAdOx dijo...

Comprendo muy bien a lo que te refieres... también creo en un "crecimiento" racional, acorde con el medio ambiente y las personas, pero mi post no tiene nada que ver con esa mirada amigable de lo que llamamos progreso hoy en día.

Mi crítica es sobre la visión materialista del progreso, sobre lo que llamamos progreso. El centro de gravedad del mi discusión está en lo que yo llamo un error de enfoque. Desde tu enfoque me indicas lo mejor que se podría hacer para "crecer" de la mejor forma... eso lo comparto... pero yo hablo de cambiar de enfoque... lo cual implica buscar formas nuevas de pensar el progreso... me estoy tirando a un mar que no soy capaz de cruzar, lo reconozco... pero de algo hay que partir si mi deseo es "crecer" de forma correcta para que nos salvemos como humanidad y no nos destruyamos en guerras por hidrocarburos o agua (por ejemplo)...

Saludos!