De relaciones humanas

He andado un poco fuera de las pistas, por algunas circunstancias muy felices y un resfrío de la puta madre que ya se va... he estado escribiendo algunas cosas, pero es demasiado extenso y preliminar para mostrarlo aún, así que ahora les voy a dejar un extracto de mi mismo (no de otro autor) para que prueben y opinen si así lo desean.

"Otra muestra de la cultura que impera hoy en día son las relaciones internacionales entre los países, donde es la máscara, el protocolo y las “formas” las que establecen los puentes entre las naciones. Estos organismos ordenan al mundo en base a estas relaciones, señalando qué conductas son aprobadas y cuáles rechazadas, qué merece ser salvado y qué debe dejarse al curso natural de las cosas, en una especie de ética mundial que tiene una poderosa fibra de cinismo y de inconsecuencia, de mirada corto placista reafirmada por la corta duración del cargo que lleva en si la representación de la nación. Se habla de intereses comunes y deseos de buena voluntad, se crean entidades que aglutinan ideas y recursos, pero su asentamiento sigue siendo insustancial, pues las relaciones internacionales permanecen en un estado de inmadurez y de falta de transparencia que no parecen preocupar a nadie, pues se sigue avalando la treta y habilidad política para conseguir más poder, más recursos, más influencia. Es evidente que, salvo una mente siniestra, las voluntades son de mejorar las cosas, pero el egoísmo es exacerbado a macroescala, pues ya no está el rostro de una persona detrás de las decisiones de bloqueos económicos o de bombardeos o de ayuda humanitaria, sino que son solo banderas, aliados, enemigos, riesgos económicos o posibles ganancias las que impulsan el uso del poder adquirido, para que el país siga creciendo y la percepción de su pueblo sea más elevada con respecto a sí mismo y así se autosatisfaga de su piedad y misericordia y así la coalición en el poder sea reelegida y se conserven los puestos y los sueldos y el modo de vida holgado. Es una cadena de egoísmos, fundamentada en confusión, debido a la buena voluntad de un electorado que es adiestrado a votar por aquello que engrandece a su nación que la mantiene o eleva de status. No hay mayor orgullo que saberse perteneciente a un conjunto ganador, sentirse especial por nacer en una tierra que tenga tradición e influencia, renombre, poder. Porque, a pesar de la globalización, el sentimiento nacionalista es fuerte aún en la mayoría de los países y esto es explotado por los políticos que buscan dirigir una nación."