Animales: ellos o nosotros?

En la minera El Teniente, el 2005, conversé con el encargado de la reja del canal que lleva los relaves desde la mina hasta el embalse Carén (la reja estaba llegando a Carén). A través de 80 kilómetros, al canal le toca atravesar la ciudad de Rancagua en una zona que no es precisamente de altos ingresos. Es decir, el canal sólo pudo pasar por allí donde lo pobladores tienen cero derechos efectivos de reclamar.

En fin, el tema principal es que este tipo me contaba cómo llegaban a la reja, en la época de garrapatas, una enorme cantidad de perros que eran arrojados por sus dueños, quienes no eran capaces de hacerse cargo de los animales y trataban de matarlos o abandonarlos a su suerte al tirarlos al canal. Más de 1.000 perros al año, si mal no recuerdo (tal vez eran más, pero no menos que eso). Demás está decir que alguna guagua o un borrachito también fue atajado por las rejas antes de seguir su camino hacia el embalse. Parece que aquello de lo que no somos capaces de hacernos cargo es más simple abandonarlo.

Lean este reportaje que les dejo a continuación, porque refleja nuestra capacidad de seguir evitando las responsabilidades que nos caben como sociedad, aunque sean tan insignificantes que ni merezcan atención oficial.