viernes, 23 de febrero de 2007

Hojeando

Hace dos noches tomé "Narciso y Goldmundo" entre mis manos, para hojearlo, para buscar no sé qué cosa... estaba en el segundo lugar después de El Aleph para ser releido ahora en febrero, pero adelanté Rayuela por recomendación de un amigo y ya estoy a punto de terminar la primera forma de lectura de este rico y enigmático libro...

Tengo la costumbre de releer, de sacar y sacar ideas de un baúl sin fondo, cada vez que vuelvo a leer un mismo libro. Varios los he leído 2, 3 y hasta 4 veces... ya sea para sumergirme en la magia de los personajes de Tolkien o para inundarme de las reflexiones ocultas en los cuentos de Bradbury.

Hay libros que no volvería a leer, como los de García Márquez, especialmente "Amor en Tiempos del Cólera" y "Cien Años de Soledad"... simplemente me agotan... busco el libro perfecto, ese que te atrapa, que te llena aun después que lo cierras para comer o dormir o trabajar. Libros como "Crimen y Castigo" o "Así Habló Zaratustra" son del tipo intermedio, porque me atraparon, hicieron que mi ánimo cambiara mientras duraba su lectura, pero me agotaron. El primero no lo leería nuevamente y el segundo tendrá que esperar muchos años antes de que vuelva a considerarlo. Es como si cada libro tuviese su lugar, su momento... y a pesar de ser un buen lector, me siento como la Maga, porque en los libros no está "la respuesta"... nada queda después de ellos, su importancia radica en leerlos en el momento justo, en el lugar indicado... frases, versos, todo se evapora... solo quedan las cenizas de aquello que ardía mientras duraba el libro, solo quedan las palabras derramadas, los poemas que florecieron y la infinita felicidad de poder vivir en un sueño, en un estado alterado, ajeno a uno, como si yo fuera la orquesta y el libro la partitura... ahora que lo pienso me sucede algo similar con la música.

1 comentario:

isaias dijo...

Sin duda hay libros que reclaman muchas lecturas... en ocasiones simplemente para sumergirse en la belleza de sus páginas (como bien indicas, Tolkien es uno de ellos)... otras veces para indagar en sus páginas y conseguir obtener el sentido pleno... o simplemente como reflejo de nuestras búsquedas...

Sin duda hay un momento y un lugar para cada libro... si lo lees en ese momento... el libro puede ser mágico, puede abrirnos puertas que siempre estuvieron cerradas...

Desde luego tenemos muchos puntos de acuerdo en lo que respecta a literatura...

saludos compañero,
isaías